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MANIFEST

Ante las recientes, reiteradas, pero a la par que

injustas críticas recibidas, tanto de forma verbal como

escrita, ante la constante y permanente “falta de

actualizaciones”, “dejadez” y “abandono” (que no de

innumerables visitas, cuidao, que eso sí que no se

reconoce…) que sufre nuestro blog, se procede a colgar

un manifiesto para poder acallar tales críticas. Dicho

manifiesto está concebido siguiendo el guión y los

preceptos que se propugnan en nuestra página hermana

kapacorrense (véase entrada del miércoles 23 de marzo de

2011). Y no es por copiar, es por colaborar.

Hoy, vamos a hacer un manifiesto.

Hoy, hemos tomado la humilde decisión de decir

¡¡BASTA YA!!

Por arriba y por abajo, nos vamos a destajo por la pata

abajo, aunque estés en el trabajo.

De forma irremediable y resignable.

Y es que, a lo largo de la historia, desde Platón hasta

Maquiavelo, desde Kant hasta Punset, todos hemos sido

víctimas alguna vez de este atropello. Un ataque feroz,

brutal, irreductible a lo más precioso y sagrado que

poseemos: nuestro organismo.

Aunque bueno, quizá Platón diría que lo más preciado es el

alma. Maquiavelo, que son los billetes ($$$). Y Punset (…)

bueno, Punset podría salir con cualquier cosa.

Pero sí, es nuestro cuerpo el que sufre tal agresión,

cobarde y ruin, traicionera y alevosa. Y ésta no es otra

que… el virus estomacal.

¿Quién no ha sufrido alguna vez en sus carnes las

consecuencias y secuelas de dicho virus?

¿Quién no ha comprobado cómo uno, en cuestión

de segundos, puede verse abocado al estado más

degradante que puede sufrir el ser humano? Envuelto en

un mar de vómitos, buceando en un estanque de heces,

tirititirititirititiritando por los sudores fríos, y sin poder

engullir nada medianamente agradable… Sólo liquiditos y

medicamentos…

Por lo que ha llegado el momento de decir ¡¡¡Ya esta bien,

joder!!!

Estamos hasta los huevos del puto virus intestinal de los

cojones. De tener que hacer de Carl Lewis o Ben Jonson

(por lo de los “medicamentos”, vamos) para legar al WC

antes de que sea demasiado tarde… y de que algunas

ocasiones, sin poderlo impedir, lo sea…

Así que, sólo exigimos respeto y “libertad de evacuación”.

Cuando uno quiera y no cuando lo dicte una puta bacteria

de los cojones.

Que para evacuar por abajo ya están los laxantes,

les “almeles alficosenques” en gran cantidad, las lechugas

de Fukushima, y las pelis de Isabel Coixet.

Que para evacuar por arriba ya está el garrafón, el método

bulímico (o de los dedillos profundos), las lechugas de

Fukushima, y las pelis de Isabel Coixet.

Que para tener sudores fríos y escalofríos ya están los

lunes por la mañana, ver a Carmen de Mairena en tanga,

las lechugas de Fukushima, y las pelis de Isabel Coixet.

Por lo que, tras todo esto, y para ponernos en lucha contra

el enemigo vírico común, sólo resta decir:

“Infectados de todos los pueblos, uníos”.

P.D: Cumplim 20000 visites. I aixo sense publicar...